Las prácticas de manipulación del clima o geoingeniería son una realidad que viene desarrollándose hace varios años, con graves consecuencias para nuestra salud y el medioambiente.
Es un conjunto de técnicas que propone la alteración artificial del clima, consistente en la dispersión de químicos en la atmósfera y en los océanos a través de aeronaves y otros dispositivos, con el supuesto objetivo de «combatir el cambio climático». Extraoficialmente, involucra también nanotecnología, material biológico y tecnologías electromagnéticas como los calentadores ionosféricos.